Pierre Barbet era un científico francés, doctor en medicina y cirujano en el campo de batalla durante la Primera Guerra Mundial. Es considerado uno de los principales investigadores sobre la Síndone y el primero en usar el término “sindonología”. Este trabajo científico fue motivado por la segunda ostensión de 1931, y la fotografía realizada por Giuseppe Enrie, que dio inicio a un segundo periodo de análisis de la Sábana Santa.
El Dr. Barbet reconoció en su estudio, que las heridas que aparecen en la reliquia son anatómicamente correctas, no apreciándose errores médicos. Esta silueta difiere de las distintas representaciones artísticas realizadas durante la historia, que utilizan criterios subjetivos que no coinciden con la realidad.
Para dar veracidad a la reliquia se centra en un punto importante, la posición de las llagas causadas por los clavos. Durante toda la historia las creaciones artísticas se ha dispuesto a Cristo clavado desde las palmas de las manos. El doctor, tras realizar estudios experimentales con cadáveres, resuelve que los clavos desgarraban la mano en segundos a causa del peso, indicando que estos fueron clavados por el espacio de Destot (próximo a la muñeca), sin romper ningún hueso. Las tareas experimentales le hacen comprobar que al atravesar este espacio se produce una lesión en el nervio mediano, provocando la flexión del dedo pulgar hacia el interior. Esto último resolvería el misterio de porque el cuerpo de la Sábana Santa cuenta solo con cuatro dedos.
Además sus estudios harán referencia a la veracidad de las heridas mostradas en otras partes del hombre de la Sábana Santa. Investiga sobre las mostradas en las rótulas que harían referencia a las caídas durante el traslado con la cruz, las heridas de golpes o también la llaga del costado, sobre la que llegará a determinar que sería realizada por un soldado de infantería desde el suelo.
Pierre Barbet y su estudio, serán esenciales para romper con muchas de las dudas en torno a la reliquia. Este trabajo es muy determinante, puesto que el propio doctor reflejó que la veracidad de la pieza estaba plenamente relacionada por una anatomía real.